jueves, 20 de marzo de 2014

Dos fantasmas con ropa

Ella era una niña sonriente, ahora es ya toda una mujer, su sonrisa se deduce por debajo de toda la tristeza. No era tonta, era bonita, y se enamoró. Lo quería con toda su alma, hubiera andado descalza por un precipicio si fuera agarrada de su mano. El estuvo, pero ya no está. Bueno, su cuerpo si, y su voz cuando grita gol delante de la tele. Como dos fantasmas pero con ropa. Si, ya no se la quitan. Bueno, al menos ella, ya no es quién se la quita.  Casi no la besa, y cuando se arregla ni la mira. Tantos momentos a su lado, recordar aquellos primeros besos de sus labios. Tiene miedo. Y lo sabe. Quiere huír,  pero ¿A donde?. Miedo a la soledad, miedo a escapar, miedo a no volver nunca a encontrar(se).

Manzana, Colacao, hilo dental, el ya está dormido antes de empezar. Hace frío este marzo. Roba manta y se gira a la pared. ¿Hasta cuando? ¿Dónde se quedo tu sonrisa? Se pregunta. Y una lágrima cae sobre sus sábanas. Solo necesitaba una caricia más... Y  sobre las tres, y se queda dormida una vez más...

Y el despertador la llena de realidades...

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